lunes, 24 de enero de 2011

La Realidad no puede ser Expresada

Int: No puedo decir que yo soy ahora un hombre diferente. Pero he descubierto cosas nuevas sobre mí mismo, estados tan diferentes de los que conocía antes, que siento justificado llamarlos nuevos.

Mah: El sí mismo viejo es su propio sí mismo. El estado que surge repentinamente y sin causa, no tiene ningún rastro de sí mismo; usted puede llamarlo «dios». Lo que es sin semilla y sin raíz, lo que no brota ni crece, ni florece ni fructifica, lo que viene al ser repentinamente y en plenitud de gloria, misteriosa y maravillosamente, usted puede llamar a eso «dios». Es enteramente inesperado y sin embargo inevitable, infinitamente familiar y sin embargo sumamente sorprendente, más allá de toda esperanza y sin embargo absolutamente cierto. Debido a que es sin causa, es sin obstáculo. Obedece solo a una ley: la ley de la libertad. Nada que implica una continuidad, una secuencia, un paso de una etapa a otra puede ser lo real. No hay ningún progreso en la realidad, es final, perfecta, incomparable.

Int: ¿Cómo puedo provocarla?

Mah: Usted no puede hacer nada para provocarla; pero puede evitar crear obstáculos. Observe su mente, como viene al ser, como funciona. Cuando usted observa su mente, usted se descubre a usted mismo como el observador. Cuando usted permanece inmóvil, solo observando, usted se descubre a usted mismo como la Luz detrás del observador. La fuente de la luz es obscura, lo no conocido es la fuente del conocimiento. Solo esa fuente es. Retorne a esa fuente y more ahí. No está en el cielo ni en el omnipenetrante éter. Dios es todo lo que es grande y maravilloso; yo no soy nada, no tengo nada, no puede hacer nada. Sin embargo todo sale de mí —la fuente es mí mismo; la raíz, el origen es mí mismo.
Cuando la realidad estalla en usted, usted puede llamarlo experiencia de Dios. O, más bien, es Dios experimentándole a usted. Dios le conoce a usted cuando usted se conoce a usted mismo. La realidad no es el resultado de un proceso; es una explosión. Está definitivamente más allá de la mente, pero todo lo que usted puede hacer es conocer bien su mente. No es que la mente vaya a ayudarle a usted, pero conociendo su mente usted puede evitar que su mente le incapacite. Usted tiene que estar muy alerta, o su mente le engañará a usted. Es como vigilar a un ladrón —no es que usted espere nada de un ladrón, sino que usted no quiere ser robado. De la misma manera usted presta suma atención a la mente sin esperar nada de ella.
O tome otro ejemplo. Nosotros tenemos la vigilia y el sueño. Después del trabajo de un día viene el sueño. Ahora, ¿voy yo a dormir o es la inadvertencia — característica del estado de sueño— la que viene a mí? En otras palabras —nosotros estamos despiertos debido a que estamos dormidos. Nosotros no nos despertamos a un estado de despertar real. En el estado de vigilia el mundo emerge debido a la ignorancia y le introduce a uno dentro de un estado de vigilia soñado. Tanto el sueño como la vigilia son nombres mal dados. Nosotros solo estamos soñando. El verdadero despertar y el verdadero dormir solo los conoce el jnani. Nosotros soñamos que estamos despiertos, nosotros soñamos que estamos dormidos. Los tres estados son solo variedades del estados de sueño. Tratar todo como un sueño libera. Mientras usted da realidad a los sueños, usted es su esclavo. Al imaginar que usted ha nacido como fulano, usted deviene un esclavo para fulano. La esencia de la esclavitud es imaginarse a usted mismo como un proceso, tener pasado y futuro, tener historia. En realidad, nosotros no tenemos ninguna historia, no somos un proceso, no nos desarrollamos, ni decaemos; de modo que vea todo como un sueño y permanezca fuera de él.


YO SOY ESO
Conversaciones con
Sri Nisargadatta Maharaj

No hay comentarios:

Publicar un comentario